22 de julio de 2009

Nieve

El verano por allí va muy bien ¿cierto? Anoche, aquí en Villa Regina, alrededor de las 8 p.m. (1 a.m. de España) sucedió algo bastante inusual por esta zona: comenzó a NEVAR..., la última vez que había nevado por aquí fue en agosto de 2000, hace nueve años. Estamos lo suficientemente lejos de la montaña como para que resulte habitual. Mis 4 hijos, jugando con la nieve (hasta la mayor), tratando de armar un "mini-muñeco" de nieve que colocaron sobre el buzón y sacando fotos!!! Parecían niñitos con juguete nuevo...


Nada más por hoy (seguimos disfrutando del viento helado que sopla después de "la nevada")

7 de julio de 2009

Presentación

Permitidme que me presente: Soy Anabel Enelda Vicente, vivo en Villa Regina (provincia de Río Negro), en la República Argentina. Con antepasados zarceños. Nieta de Valentín Vicente Sánchez y bisnieta de Manuel Vicente Hernández – Mariana Sánchez Vicente. Mi abuelo emigró a la Argentina, después que su hermano Andrés (casado con Nicanora Calvo Calvo y su pequeña hijita Piedad, de 6 meses), en 1910; mi abuelo viajó soltero y se casó en 1915 con otra española, de Castillejo de Azaba, Genoveva Acuña Salicio, quien había emigrado siendo muy pequeña con sus padres. Mi abuelo Valentin Vicente era hermano de Jerónimo, Casiana y Cándida Vicente, que quedaron en el pueblo.
En la foto Valentin Vicente y familia. Parados: Manuel (mi padre), Agustina y Osvaldo Lino. Sentados: Valentín Vicente (mi abuelo), Delia Gregoria, Héctor Martín y Genoveva . La imagen es de 1935 ó 1936.

He aceptado encantada la invitación de la página para formar parte de este Rincón bloguero y, es un honor poder representar a los descendientes de este lado del Atlántico y del hemisferio sur.
¿Por qué de GOYENA a La ZARZA el título de este blog? Porque precisamente en estas tierras de Goyena fue donde llegó mi abuelo, procedente de La Zarza y como homenaje a él y a otros muchos que se arriesgaron al mundo desconocido que los esperaba aquí...
Es mi sencilla y modesta manera de rendirles homenaje a todos y cada uno de los inmigrantes zarceños y, agradecerle el valor demostrado al emprender tamaña aventura, ya que algunos de ellos viajaron de muy niños, acompañados por familiares o conocidos (sin sus padres, que quedaron en la patria que los vio nacer, y a la que pocos pudieron regresar).
Os doy la bienvenida a mi blog.